Los productos frutihortícolas sufren significativas pérdidas por enfermedades criptogámicas durante su almacenamiento por la contaminación de mohos fitopatógenos. La más importante es la podredumbre parda o gris, causada por Botrytis cinerea. Por otro lado, muchos de estos mohos fitopatógenos producen ciertas micotoxinas que pueden llegar a los animales y al hombre a través de la ingesta de alimentos contaminados y causar graves enfermedades. Debido a que hasta la fecha no se cuenta con métodos de análisis rápidos, nos propusimos desarrollar metodologías capaces de detectar y cuantificar concentraciones bajas de B. cinerea y de ocratoxina A, a partir de muestras de frutas. Al realizar este trabajo hemos pretendido, hacer un aporte para la industria agroalimentaria, mediante la implementación de las metodologías desarrolladas. Este trabajo es una muestra de las amplias posibilidades que brindan las tecnologías de miniaturización y la electroquímica a la resolución de problemas medioambientales como también los de sanidad, calidad y seguridad frutícola.