Entre los años 1910 y 1950 circularon en Chile distintas revistas cuyo público objetivo eran principalmente las mujeres dueñas de casa. La Editorial Zig Zag fue pionera en esta materia, dando espacio para que en muchas ocasiones fuesen las propias mujeres las que, con su autoría o de manera anónima, plantearan problemas concernientes a lo que se consideraba en su contexto como cuestiones femeninas. El momento de aparición de las revistas no es casual. Chile cumplía cien años de vida y en torno a este hecho surgen distintas reflexiones sobre el rol de hombres y mujeres en la sociedad. Es un momento en la que las mujeres aparecen privadas del espacio público, producto de la larga herencia de exclusión a la que fueron sometidas, pero al mismo tiempo, en estas revistas comienza a manifestarse el anhelo por romper con esa realidad, siendo finalmente un espacio de intervención política que servirá también a la consecución del voto femenino a mediados de siglo.