La existencia de canales en el Valle de Teotihuacan ha sido considerada como una clara evidencia de la intensificación agrícola durante el auge de Teotihuacan. Los restos de cultígenos, los instrumentos de trabajo y los restos de las obras agrícolas no pueden ser considerados como prueba irrefutable de la práctica agrícola, menos aún deben ser interpretados como indicadores de intensificación agrícola. Ante la imposibilidad de hallar contextos arqueológicos agrícolas en locus actioni, ¿cómo y dónde localizar los espacios de cultivo en el Valle de Teotihuacan en la antiguedad? En Otumba y Tlajinga se cuenta con evidencias del uso de canales para irrigación de campos de cultivo. El presente trabajo contribuye a la identificación y reconocimiento de los espacios agrícolas prehispánicos y aborda el tema de la agricultura no como un mecanismo que propició el desarrollo del Estado, sino como una forma de modificación al paisaje, en la medida que ésta, en sus diversas expresiones, representa uno de los procesos geomorfológicos en escala local que influyó de manera determinante en el desarrollo del paisaje desde los primeros asentamientos hasta el auge de la primera ciudad americana.