Las redes de telecomunicaciones inicialmente fueron basadas en la conmutación de circuitos. En estas redes, cada circuito o conexión tenía asignado recursos a lo largo de toda la trayectoria para su uso exclusivo. Por lo tanto, no había incertidumbre en cuanto a parámetros como ancho de banda y retraso. Sin embargo, luego de la llegada de la conmutación de paquetes que introduce un modo muy diferente de comunicación, emisores envían paquetes de datos en la red sin ningún tipo de reservación de recursos, y la red realiza su mejor esfuerzo para la entrega de los paquetes. Presentándose de este modo, un servicio de comunicación que no ofrece garantías para el retraso, variación del retraso y pérdida de paquetes. La Internet actual es el mejor ejemplo de una red basada en la conmutación de paquetes. Internet fue diseñada para proporcionar el servicio best- effort manteniendo el núcleo de la red simple y tomando decisiones en los puntos terminales, conocido también como comunicación extremo a extremo. Los routers IP fueron diseñados para examinar la dirección IP del destino desde una tabla de reenvío, encontrar el siguiente salto y reenviar el datagrama.