Losa países en desarrollo productores agrícolas históricamente se enfrentaron al problema del poder de negociación desigual en el ámbito del GATT, por lo que los planteamientos realizados para eliminar las distorsiones a la agricultura se habían tornado una meta utópica. Ese desigual poder de negociación les generaba escasa posibilidad de incidir en el proceso negociador y sus resultados. Sin embargo, la Ronda Uruguay significó el comienzo de un cambio, ya que si bien no posibilitó la eliminación completa de distorsiones agrícolas, permitió contener ese avance vertiginoso que se venía experimentando desde varias décadas anteriores. Esto fue posible gracias a la influencia que los países en desarrollo lograron adquirir debido a la conformación de coaliciones, como fue el caso de Grupo Cairns y su actuación durante las negociaciones en la Ronda Uruguay. En función de lo anterior, desde dicha ronda la conformación de coaliciones se fue constituyendo en una importante estrategia de negociación de los países más débiles, por lo que la modalidad fue cobrando cada vez más fuerza, a la vez que comienzaron a vislumbrarse posibilidades más concretas de logros