El ser humano aparece como uno de los individuos más desarrollados evolutivamente, sin embargo, ha perdido la capacidad de regenerar tejido dañado adquiriendo solo la capacidad de repararlo, este procedimiento se ha desarrollado filogenéticamente para optimizar su rapidez y prevenir condiciones de riesgo vital, la intensidad con que ocurren estos cambios va a depender de la causa, tratamiento y predisposición genética individual. La esperanza de desarrollar las nuevas tecnologías que ofrecerán la capacidad de promover tejido perdido o dañado, incluso los órganos, toman relevancia importante para biomateriales con la capacidad de obrar recíprocamente con el tejido vivo y en algunos casos de promover la migración y el crecimiento celular, proporcionando algunas soluciones para muchos de los problemas asociados a opciones quirúrgicas y del tratamiento tradicional.