Esta obra trata sobre distintas corrientes de pensamiento que influyeron en las reformas educativas de la segunda mitad del siglo XIX en Hispanoamérica. El juego de poder ejercido entre el positivismo - en su versión mas laica- y de la Iglesia Católica, llevó a los nacientes Estados Nacionales a orientar la educación de sus pueblos hacia una u otra tendencia. Los proyectos educativos del siglo XIX tienen varios aspectos compartidos a lo largo de toda Hispanoamérica. Pero también reflejan particularidades propias de cada país y cada idiosincracia. Jose Pedro Varela, el reformador más importante de la educación uruguaya, es un ejemplo claro de la aplicación de ideas positivistas laicas en los programas educativos. A través de una visión general, esta obra intenta dar un estado de la cuestión, de los distintos movimientos de ideas, que influyeron en los programas educativos en Hispanoamérica en la segunda mitad del siglo XIX.