Hablar una lengua extranjera siempre es uno de los retos más complicados de lograr para los alumnos porque es un conjunto complejo de habilidades que el alumno tiene que dominar para poder comunicarse exitosamente. Para dar oportunidades de desarrollarla en las clases de inglés, normalmente los maestros usan actividades comunicativas durante las cuales los alumnos se expresan de manera libre para llegar a un fin común. Este trabajo investiga cómo los alumnos mismos colaboran, se apoyan y se corrigen durante dichas actividades y cómo esta interacción lleva a una mejora en su producción oral de la lengua extranjera. La interacción demuestra que los alumnos tienen la capacidad y habilidad de apoyar y corregir adecuadamente, lo cual se ve reflejado en un mejor dominio de la lengua.