El día 09/09/09 Dios se acercó nuevamente a la Tierra como en tiempos de Abraham y Moisés. Vino con el propósito de abrir Juicio Final sobre su obra más preciada: el hombre. Observó todos sus actos, el nivel de desamor entre los unos y los otros, examinó sus trazas futuras entre las fluctuaciones del espacio-tiempo proyectadas en más de un millón de años hacia delante. Y tristemente verificó que el ser humano como colectivo, por propia libre elección, se ha transformado en una especie depredadora y que de permitírsele continuar prosperando asolará uno por uno los distintos mundos de la galaxia entera. Ante la evidencia, Él decidió ponernos a prueba tanto interna como externamente. Por dentro, si deseamos una segunda oportunidad, debemos abandonar el sistema de capital egoísta y pasar a un nuevo sistema de reparto solidario. Por fuera, decretó que deberemos enfrentar un enemigo proveniente de las estrellas, una IA alíen psicótica, que ha detectado nuestras radiofrecuencias y posición estelar, y que ya ha despachado una flota enjambre para proceder a nuestra cancelación.