Es de preocupación mundial el incremento de la contaminación generada durante los procesos industriales. A pesar de los esfuerzos puestos en producir tecnologías limpias, siguen siendo de importancia las descargas de aguas residuales arrojadas al medio ambiente. Dentro de los efluentes líquidos industriales, uno de los contaminantes que más afectan son los metales pesados, considerados como uno de los grupos más peligrosos debido a su baja biodegradabilidad, su alta toxicidad a baja concentraciones y su capacidad para acumularse en diferentes organismos. Estudios recientes han establecido el uso de tecnologías de bajo costo, gran viabilidad y eficiencia de remoción en el tratamiento de efluentes. Una de las técnicas utilizadas es la biosorción, un proceso fisicoquímico que incluye los fenómenos de adsorción y absorción de moléculas e iones. Este término es utilizado mayormente en la captación de metales que lleva a cabo una biomasa viva o muerta, a través de mecanismos fisicoquímicos como la adsorción o el intercambio iónico.