Las islas de las Antillas son, en general, montañosas. En las Antillas Mayores hay cientos de cuevas excavadas en las calizas. Los ríos, sin embargo, son escasos y cortos. En las pequeñas Antillas son abundantes los volcanes. Cerca de la costa hay fosas oceánicas donde el mar alcanza gran profundidad. Pero en muchas islas existen prolongaciones de las plataformas insulares, lo que convierte a estos segmentos costeros en playas y humedales. El clima es tropical. Tienen temperaturas cálidas y precipitaciones abundantes durante la estación lluviosa del año. Además, en la zona se forman huracanes. La vegetación crece en gran variedad, con muchas especies exclusivas y en exuberancia en casi todas las islas, brindando extraordinarias capacidades refugiales y alimentarias a la fauna silvestre. En general, su fauna varía de una isla a otra,aunque en todas escasean los grandes mamíferos. Las aves y los peces son muy numerosos. También abundan las iguanas, los murciélagos, las tortugas...A pesar de su reducida extensión territorial, las Antillas sostienen uno de los mayores índices de presencia de especies amenazadas como ningún otro "punto caliente" de biodiversidad a nivel mundial.