Este libro presenta un análisis de las diversiones a partir de las ideas de progreso y modernidad. La importancia de los procesos evolutivos, seguidos por las diversiones públicas, permite la comprensión del mundo social, cultural y, por supuesto, lúdico, organizado gracias una serie de medidas políticas. Asimismo, involucró la creación de una nueva arquitectura urbana, con las condiciones necesarias para la atracción pública y con escenificaciones de la modernidad lúdica. La ciudad de Mérida constituyó un espacio privilegiado para el examen de esta lenta evolución porque la transformación de las estructuras políticas, económicas y sociales en el terreno lúdico coincidió con las mutaciones tanto de la ciudadanía como de la ciudad. Mérida constituye un escenario donde se representan en forma dramática los efectos sociales del proceso de transformación; de ahí la oportunidad de apreciar los cambios que fueron configurándose tanto en la ciudad como en la política lúdica, permitiendo advertir cómo las resistencias sociales a menudo impugnaron las nuevas políticas.