Un psicoanálisis posibilita una singularidad de un amor que produce un lugar vacío entre los sentidos, las identificaciones y los fantasmas, posibilitando un nuevo lazo al Otro. La humanidad hay que aprenderla a ejercer de una manera definitiva. Poder transmitir el don de la palabra que define a los seres que se hacen falta. Ella resuena en nuestros cuerpos, eso es lo que hace historia, no lo entendemos pero es un eco para cada uno. Hay que poder mirar más allá de lo representado, el mundo de los hombres y lo desconocido detrás del telón. Ese resplandor que envuelve el aire del perfume de lo que cobra existencia en una mujer. Lo importante de la historia es capturar los momentos en que se constituyeron los gestos. A vivir nunca se aprende pero hay maneras de habitar la vida.