El modo de hacer periodismo está cambiando. Las estructuras empresariales que sostienen los medios de comunicación se derrumban. El modelo comunicacional que rige los flujos por los que fluye la información es ignoto. Y los periodistas, confusos, se preguntan si esta profesión tiene futuro y si el periodismo ha muerto. Además, la gente se aleja de los medios de comunicación porque no encuentran en ellos respuestas a sus intereses y buscan información en otros lugares. Ante esta coyuntura no sirve la pasividad de los periodistas. Y ya, en todas las partes del mundo, muchos periodistas están respondiendo a los cambios tecnológicos, a los nuevos intereses, a los diversos caminos de acercarse a la realidad, e incluso algunos ganan dinero, con nuevas propuestas económicas que hagan factible la sostenibilidad de los medios.No, el periodismo no ha muerto. No puede morir porque está inserto en los derechos fundamentales de la sociedad y siempre habrá periodistas que quieran seguir defendiendo el derecho de los ciudadanos a recibir una información veraz. Algunos ya lo están haciendo como lo contamos en este libro.