Todo emigrante que traspasa las fronteras de su país se siente inevitablemente dividido en su interior entre el temor a afrontar riesgos desconocidos y la esperanza de encontrar en otras tierras la posible solución al estado de privaciones y carencias personales. Además, experimenta el desafío que supone traspasar las fronteras culturales, y sentirse inmerso en un mundo regido por valores y modos de comportamiento diferentes. Los efectos socio-culturales de los actuales procesos de internacionalización van ligados a un nuevo planteamiento en la redefinición identitaria, en los cambios culturales y en la reformulación de los diversos sentidos que se pueden ofrecer en torno al concepto de ciudadanía. Las nuevas movilizaciones de los grupos humanos, a través de las migraciones, van acompañadas de nuevas identidades y de cambios culturales que repercuten tanto en los países de origen como en los países de recepción desdibujando o ampliando la noción de ciudadanía. La propuesta de esta edición se fundamenta en la eclosión de las migraciones latinoamericanas en Europa en los últimos años y en las dificultades que entraña el reconocimiento de las identidades culturales y de la ciudadanía