En el año 1999 Ecuador vivió la más profunda crisis económica de su historia. Altos niveles de pobreza acompañados de una baja creación de empleos en la economía obligaron a cientos de miles de ecuatorianos a emigrar a distintos destinos del planeta. El proceso emigratorio ecuatoriano tuvo sus orígenes en la década de 1970, el mismo se masificó a partir del año 2000. Las remesas de los migrantes pasaron a ser una importante fuente de ingresos para la economía local. Dichas transferencias provocaron ciertos cambios en el comportamiento de los receptores. Recientes estudios han identificado cierto aumento de en asistencia escolar de niños jóvenes pertenecientes a hogares receptores de remesas. Esta investigación indaga que efecto tienen estas transferencias en la elección de participar en el mercado laboral por parte de las mujeres de hogares beneficiarios de remesas.