Esta obra cubre las etapas más significativas de la mujer uruguaya en el extenso período que corre entre la primera institucionalidad oficial de la Colonia española en la entonces denominada Banda Oriental (primer Cabildo, 1730) y las reivindicaciones aun no logradas del momento presente. Con cuidadosa selección de aportes documentales –algunos muy poco conocidos– esta obra muestra cómo, en tanto que la emancipación del régimen colonial en el orden político tuvo una fecha histórica cierta, en cambio en las facetas culturales (y muy especialmente en lo que atañe a la mujer), continuó durante años el penoso apego a los usos, prácticas, normas, valores y hasta instituciones pertenecientes a la antigua metrópoli europea; subordinación y dependencia de la que pudo desprenderse paulatina y trabajosamente. Así por ejemplo, a pesar de que algunas mentes esclarecidas proclamaron tempranamente la igualdad de los derechos políticos y civiles entre el hombre y la mujer, esta pudo votar recién en 1938, y adquirir la patria potestad sobre sus hijos, así como también disponer de sus bienes en igualdad con su cónyuge, años después, en 1946.