La llegada de los elementos de estado sólido durante la segunda mitad del siglo XX redujo las exigencias de potencia de muchos dispositivos, pero evidencio que la mayoría de los dispositivos de estado sólido no eran capaces de manejar grandes niveles de corriente. Mucho de lo que se desarrollo a base de transistores a nivel de electrónica digital era tan o más complejo de diseñar que lo que se hacia a base de contactores y reles, y manejaba niveles de potencia menores. Cuando finalmente se empezó a desarrollar semiconductores con propiedades diferentes a los transistores, que requerían de pequeñas señales para su control y que manejaban niveles de corriente similares a los reles de potencia, es cuando se puede afirmar que se inicia la electrónica industrial. Esto abarca un periodo de aproximadamente 40 años de desarrollo, y ya que la forma de operación de los dispositivos usados difiere de la de los dispositivos de electrónica digital o de los usados en comunicaciones analógicas, se ha ganado su propio espacio de estudio.