¿Es el cuerpo lo que un trompo el cual al caer pierde sus atributos constitutivos? El cuerpo parece haber sido diseñado para mantener algunos de sus atributos, como el de integridad, solo en vida. De esta manera, el cuerpo muerto no es considerado una integridad y sufre un proceso por el cual no todas sus partes son consideradas “el cadáver”. Esta concepción del cuerpo-cadáver como algo “incompleto” tiene serias y complejas implicancias a la hora de pensar la identidad y su desconstrucción. En este libro se exponen una serie de reflexiones sobre la integridad del cuerpo muerto acudiendo a textos filosóficos, narrativos y poéticos que permiten responder la siguiente pregunta: ¿Cómo se corrompe la integridad de algo que por definición no es considerado íntegro? Para pensar la problemática se toma como caso de análisis la perdida de integridad provocada por la administración de los cuerpos sin vida de las víctimas de la última dictadura militar en Argentina durante el período mismo de violencia política (fosas comunes, cremaciones, vuelos) y los primeros años de democracia (exhumaciones no-científicas).