En este trabajo se presenta un análisis de los episodios teatrales en El Quijote, en particular aquellos de la Segunda Parte. Aquí, la mayoría de los personajes participan de la farsa necesaria para que Don Quijote permanezca en el mundo que él ha creado para sí mismo pero que ahora está preparado para dejar atrás. Don Quijote está listo para abandonar su locura temporal y volver a la cordura. Son, más bien, los personajes de los distintos episodios los que luchan por retenerlo en un mundo de fantasía en el que él mismo ha dejado de creer. Cervantes recupera una idea desarrollada por Platón y Plotino, que más tarde sería argumento de El Gran Teatro del Mundo de Calderón de la Barca: la vida es un gran teatro donde cada quien interpreta su papel. Sin embargo, cuando acaba la obra, que es cuando llega la muerte, Dios viene a preguntar a los hombres qué han hecho con sus vestidos prestados. El objetivo del estudio es evidenciar como El Quijote puede ser visto como una puesta en escena que se inaugura cuando Don Quijote asume la actitud subversiva de querer ser alguien más: un caballero andante, como aquellos de las novelas de caballerías, cuya lectura acaba por rematar su juicio.