Los agentes económicos que tienen una posición dominante en el mercado o incluso un monopolio, tienden abusar de su posición de dominio. Así nos referiremos al Caso Android, cometido por el gigante tecnológico del siglo XXI, Google, el cual incurrió en prácticas anticompetitivas que fueron investigadas a partir del año 2015 por la Comisión Europea, misma que le impuso en abril del 2018 una multa de 4.34 millones de euros por vulnerar el Derecho de Competencia.La Comisión concluyó que la Compañía a partir del 2011, estructuró una estrategia anticompetitiva para ampliar y mantener su posición dominante en el mercado; tanto para su buscador como navegador, Google Search y Chrome respectivamente; mediante la imposición de cláusulas restrictivas y condiciones injustificadas, de manera general, a los fabricantes de teléfonos móviles que adquirían mediante contratos de licencias, el sistema operativo Android, así como a los operadores de redes móviles. El objetivo de este estudio es analizar el Caso Android y determinar con cada una de sus actuaciones como se logró consolidar y extender su posición dominante en el mercado; así como abusar de ella de manera sistemática.