Sobre la literatura infantil se ha venido discutiendo durante largo tiempo. Hasta se ha cuestionado el uso del calificativo, por considerar que debería, entonces, existir una literatura senil, por ejemplo. En esta obra hemos optado por el uso de uno de los modificadores alternativos al término: literatura para niños y jóvenes. La muestra ha sido tomada de la obra de Miguel Ramón Utrera, poeta venezolano, Premio Nacional de Literatura, 1981. Aunque la inmensa mayoría de los poemas analizados no fueron escritos con ese fin, a nuestro juicio, pueden ser fácilmente aprehendidos por niños, adolescentes y jóvenes. Igualmente, cabe decir que, en nuestro análisis, hemos partido de interesantes juicios emitidos por otros estudiosos de la disciplina, dentro de los cuales figura el nombre del eminente educador, crítico y político uruguayo Jesús Aldo Sosa Prieto, conocido sencillamente con el nombre de Jesualdo. Esperamos que nuestras proposiciones sean evaluadas por los maestros de lengua y, es nuestro deseo, incorporadas a los procesos de enseñanza y de aprendizaje de la materia.