La radio local en España tuvo un papel determinante durante la Transición y, sin temor a parecer pretenciosos, podemos afirmar que constituyó un firme pilar en los albores de nuestra democracia. Los años 70 fueron años de ebullición radiofónica, a la libertad informativa que conllevó el advenimiento de la democracia, se unió una auténtica fiebre de canalizar los movimientos sociales de cualquier índole y naturaleza a través de emisoras radiofónicas, sobre todo en el ámbito rural. La falta de una previa planificación y el impacto de las sucesivas crisis económicas han hecho tambalear el modelo de emisora local, fundamentalmente financiada por los ayuntamientos, y puesto en riesgo una radio que, por su cercanía, resulta fundamental para preservar la identidad de los pequeños núcleos de población.