La población universitaria es un grupo vulnerable desde el punto de vista nutricional, ya que se caracteriza por saltarse comidas con frecuencia, comer entre horas, tener preferencia por comida rápida y consumir alcohol frecuentemente. Lo anterior, promueve el aumento del riesgo de desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles como obesidad, hipertensión, diabetes, entre otras. La evidencia científica ofrece pruebas acerca del rol de la dieta y la actividad física en la prevención y el control de la morbilidad debida a éstas enfermedades. Sin embargo, las estrategias que son efectivas para promover la actividad física y los hábitos de alimentación saludables aun no están claramente definidas. El presente trabajo describe el diseño, implementación y evaluación de un programa de educación nutricional para estudiantes universitarios, así mismo, identifica los factores que tuvieron mayor impacto en el logro de los objetivos del programa. Los hallazgos encontrados sirven como base para poner en marcha programas de educación nutricional que sean efectivos en las escuelas y de esta manera promover la buena salud en un amplio sector de la población.