“El interés en la inclusión social en los países americanos es un intento de los gobiernos de responder con nuevas medidas a una opinión generalizada, sobre la incapacidad que han tenido los paradigmas vigentes para abordar problemas sociales acuciantes y las desigualdades históricas"(Buvinic, 2001). El interés en torno a la inclusión apunta a todos los ámbitos que tienen que ver con la calidad de vida de los individuos. En el ámbito educativo el concepto de inclusión tiene que ver, con que todos los estudiantes sean aceptados, reconocidos en su singularidad, valorados y con posibilidad de integrar y participar en una escuela que tenga en cuenta sus capacidades. Una escuela inclusiva es aquella que posibilita a los estudiantes oportunidades educativas y las ayudas (curriculares, personales y materiales) necesarias para el progreso académico y personal; de esta forma, los procesos de cambio para un escuela inclusiva se estructuran en torno al currículo, en donde toman sentido las distintas actividades y las adaptaciones que se programen (Stainback & Stainback, 1999).