No pocos egresados universitarios de las ciencias económicas conocen un cúmulo de fórmulas y dominan el uso de medios informáticos para procesar datos e interpretar informaciones; acción útil para su desempeño, toma de decisiones o para su curiosidad profesional; sin embargo, conocen poco o nada del origen y fundamentación de tales fórmulas. Es decir, en su formación ha quedado preterido el útil componente cognitivo-lógico que brindan los conocimientos matemáticos y sus respectivas habilidades contenidos en los planes de estudio de las distintas carreras de ciencias económicas. En el presente texto, la autora y otros experimentados docentes ofrecen una propuesta teórico-metodológica, que bien pudiera ser útil para contribuir a la formación más científica, más viva y más espiritual. Un recién graduado que simule un catálogo de fórmulas y manuales no es un graduado acto para un eficiente desempeño. Profesores en formación, en ejercicio, estudiantes de las ciencias económicas e investigadores del tema pueden beneficiarse con el estudio del presente texto.