Tanto la Psicoinmunoendocrinología (PINE) como la Terapia Cognitiva Postracionalista (TCP) proponen un enfoque genuinamente superador de la dicotomía mente-cuerpo al postular al desarrollo humano como un continuo que va desde el gen a la mente. Una perspectiva evolutiva que considera a la mente y a su producto primario esencial –el conocimiento humano – como la consecuencia de procesos biológicos y adaptativos que han evolucionado en sincronía con otros aspectos de la vida. Al decir de Vittorio Guidano la Terapia Cognitiva Postracionalista, permite alcanzar mediante la auto-observación y la reconstrucción de las vivencias, un reordenamiento de la tonalidad afectiva y los aspectos conscientes e inconscientes del Self en proceso; la NARRATIVA MODIFICADA reprograma la organización neuronal y su funcionalidad y hasta modifica la conducta. No hay límites para los cambios psico-físicos que la consciencia puede producir en pro de la supervivencia y una adecuada calidad de vida.