Cada actividad requiere un nivel específico de iluminación en el área donde se realiza. En general, cuanto mayor sea la dificultad de percepción visual, mayor deberá ser el nivel medio de la iluminación. Para esto necesitamos un ambiente de trabajo agradable y adecuado para conseguir que los miembros de la oficina realicen sus labores de una forma cómoda y organizada disminuyendo el estrés producido por fatiga visual y optimizando así la productividad. Se realizó un estudio de iluminación en una oficina ubicadas en la ciudad de Bogotá, lo que permitió evaluar el flujo de iluminación del plano de trabajo. Los resultados de este estudio permitieron identificar aquellos puestos de trabajo que, de acuerdo a los estándares de iluminación mencionados en la norma Guía Técnica Colombiana GTC 8, requieren de mejoras. Los resultados de las mediciones permitieron diseñar las propuestas presentadas para el mejoramiento de las condiciones de confort visual, que, de ser implementadas, se pueden traducir en aumento de la productividad y disminución de ausentismos por incapacidades laborales asociadas a fatiga visual, y demás patologías relacionadas con el disconfort visual.