A lo largo de la Historia de la Medicina, los profesionales que han tratado la patología ósea han tenido que enfrentarse a una serie de problemas de difícil resolución, siendo uno de los más destacados los defectos óseos locales que aparecen como resultado de un tejido óseo enfermo o un traumatismo de gravedad. Para solventarlo se han empleado injertos óseos autólogos, aloinjertos y xenoinjertos, así como variantes sintéticas. En este libro vamos a presentar las distintas opciones con las que cuenta el cirujano para tratar el déficit óseo.