El presente trabajo partió de un dato revelador, en los últimos 30 años la prensa gráfica sufrió la decadencia de su demanda, sus lectores deciden informarse a través de la televisión y la radio, que permiten optimizar su tiempo; ya en el siglo XXI, aparece Internet como principal fuente, pero la conclusión es la misma: el diario en formato papel queda desplazado. No obstante, los principales diarios de la Argentina se sostienen, en particular dos, La Nación y Clarín. Y entre explicaciones posibles, aparece una insoslayable, la dinámica implacable del revisionismo como quehacer constante, que abre la puerta a un proceso de resignificación continuo, de los modos de construir la noticia, y de sus formas. El texto analiza a los suplementos, y encuentra en ellos una fuente del cambio expuesto y una consecuencia. La producción mediática dejará en adelante de apuntar a un lector masivo, y orientará sus esfuerzos a otro segmentado; usa la mercadotecnia para cumplir sus pretensiones, y en esta estrategia, la fragmentación y el gratificacionismo de los suplementos, se convierten en una herramienta trascendente en pos de aquello que toda empresa busca: mantenerse y crecer en el mercado.