La educación mediada por las llamadas Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) está entre nosotros y ha llegado para quedarse. Es nuestra obligación como docentes ser parte del cambio, acompañando a nuestros "nuevos" alumnos, en muchos casos los verdaderos expertos en tecnología. El rol enciclopedista debe dar paso al de facilitador, tutor, guía en el proceso de enseñanza y de aprendizaje. Debemos exigir condiciones de trabajo aptas para el desarrollo de nuestras clases, pero tenemos la obligación moral y la responsabilidad social de capacitarnos, ser flexibles, abiertos a aprender de nuestros alumnos, y sentir que la tecnología puede ayudarnos a mejorar nuestras prácticas. Sin que eso implique cambiar nuestra actitud en aquellas cosas en las que creemos, puestas al servicio de formar ciudadanos de bien. Alfabetizados científicamente, como la época lo requiere.