El presente trabajo ha nacido en la intersección de diferentes problemáticas: un espacio político e institucional de participación ciudadana que parte de una temática específica: la violencia de género en el ámbito familiar. En esta línea, las políticas de género, descentralización y participación plantean novedosas aperturas que se insertan dentro de las estructuras burocráticas del Estado, no sin riesgos de contradicciones y conflictos. Al mismo tiempo que la participación en estos espacios a través de la organización de redes plantea un nudo problemático en términos de organización, toma de decisiones y autonomía. Tal es el desafío propuesto, a cuyo abordaje intenta contribuir el presente trabajo desde un enfoque estructuralista, situándolo a su vez en la discusión más general en torno a las experiencias participativas en espacios institucionalizados.