Como parte del programa de rehabilitación del Conjunto Alameda-Plaza Juárez realizado por el Gobierno del Distrito Federal en 2004, se llevó a cabo un proyecto de rescate del antiguo extemplo de Corpus Christi. En dichas excavaciones se conformó una muestra de 20 esqueletos primarios de ambos sexos y un osario integrado por varios individuos. El análisis que se realizó en dichos esqueletos permitió conocer patologías como los procesos infecciosos y displasias que se presentaron en algunos de los individuos y que por medio de la historiografía y la osteología permitieron atisbar en los tratamientos aplicados en la medicina del siglo XVIII. Puesto en que su aspecto externo de estos padecimientos abordados en este estudio del siglo XVIII eran conocidos bajo el apelativo general de úlceras. Reuniéndose recursos médicos y aspectos religiosos para su curación o salvación eterna; los entierros de Corpus Christi nos contaron una parte de la historia de la Ciudad de México.