El despertar del alma es una profunda reflexión filosófica y espiritual sobre el valor de la vida y la felicidad humana, y aquellos intersticios del alma que solo los elementos de la conciencia son capaces de exorcizar. La raíz de las desarmonías del organismo (biológicas, psicológicas y sociales) residen en la trastienda, en ese lugar que la naturaleza humana tiende a mantener celosamente oculta, porque sabe que allí residen todos los yo (el adulto, el niño, el profesional, el ser y la apariencia) así como los procesos evolutivos (encuentros, desencuentros, personas significantes, ausencias, vacíos, llegadas, prosperidades y todos los capitales que construyen nuestra existencia); cuando sabemos que nosotros somos parte de esa vida que continuamente está haciéndose, deshaciéndose, rehaciéndose, hasta llegar a comprender la vida a cabalidad pero en mejores condiciones. Busquemos las esquinas de nuestra mente para limpiar el alma y embellecer la vida mediante un proceso tanto filogenética como ontogenéticamente hermoso; porque amar significa amor de a dos, compartir la vida juntos, compartir la felicidad en esa aventura, en ese estrecho camino lleno de sueños, ilusiones y esperanzas.