Ante el crecimiento de grandes capitalistas, los pequeños y medianos productores y las familias productoras se ven en desventaja y deben implementar estrategias productivas para poder sobrevivir, e insertarse en el mercado local. La agricultura familiar produce materia prima agropecuaria y además agrega valor artístico o artesanal a sus productos, a fin de diversificarse y ocupar nichos comerciales de menor cuantía, pero no ocupados por otros comerciantes, dedicados al mercado externo. Si bien podría pensarse que se encuentran en proceso de desaparición, en realidad han proliferado mucho en los últimos años, como estrategia de supervivencia de las familias rurales, el hombre de campo solo así encuentra una salida a su postergada condición social. La familia campesina se encuentra encerrada ante las diferencias en la tenencia de la tierra, la reconfiguración de las economías regionales, afectadas por agro-negocios y mega-minería, la opacidad que domina las relaciones y más aún la falta de información sobre esas relaciones.