La creatividad ha sido objeto de múltiples investigaciones en los últimos años, intentando resignificar el concepto tradicional y estableciendo relaciones significativas entre éste y el éxito académico de los estudiantes. En dicho entramado de análisis con relación a la creatividad, se ha pasado de creer que esta es una conducta exclusiva dada a ciertos niños genios, a concluir que es una habilidad necesaria para la vida en todas las facetas de la construcción social, e indispensable para la economía, la academia, las relaciones y la innovación en diferentes contextos propios de la naturaleza humana. La creatividad en cada individuo, supone el dominio de ciertas habilidades para sortear problemas del día a día, estas destrezas se hacen necesarias para las competencias básicas y elementales que el estudiante enfrenta en su proceso académico y puede ser un factor determinante en el éxito o en el fracaso escolar. Se hace pues importante, que la escuela se ajuste a las exigencias propias que demanda el contexto, tanto en asuntos cognitivos propios de la academia, como en aspectos creativos que son importantes en el enramado formativo de una persona.