Los filósofos de todos los tiempos en tanto sabios de la humanidad, siempre han desobedecido a la autoridad y dominación del pensamiento único, así como a la hegemonía de los conceptos tradicionales, a los eclipses, patrones y modelos teóricos que eran objeto de creencias y enseñanzas y que en definitiva han signado el devenir histórico de la ciencia universal. Ellos con su desobediencia, no solamente han traído luz a la oscuridad, sino que han despertado a quienes se han adormitado, ergo ellos se atrevieron a saber. En efecto, es del magma de la filosofía, del translenguaje transdisciplinario, del acervo de saberes de la humanidad y del diálogo concurrente de los modelos epistémicos, de donde germina esa inobediencia paradigmática que ahora nos anuncia el pensamiento complejo, transdisciplinario, translumínico y transcomplejo en tanto irreverencia epistémica transmoderna. Esa insubordinación paradigmática , comporta en si misma nuevos modos de pensar, investigar y construir la ciencia, por ello reflexionar acerca de la investigación social y la desobediencia paradigmática desde la transcomplejidad, no solamente traduce un desafío para el docente universitario.