El sector energético español se enfrenta a tres retos principales: competitividad (suministro a bajo coste, en especial a los sectores intensivos en energía),seguridad de suministro (vía diversificación de fuentes, y exploración y eventual explotación de recursos domésticos) y crecimiento, tras fuertes inversiones en infraestructuras, en un contexto de estancamiento de la demanda. Para comprender mejor los retos, se analizan varios drivers o factores de contexto: mercados globales de energía, tendencias de la economía global, descarbonización, revolución del shale gas en EE.UU., Unión de la Energía en la UE, Transición energética en Alemania, generación distribuida y transporte. En base a todo lo anterior se finaliza con unas reflexiones y algunas sugerencias.