En la actualidad la adicción a internet, a las redes sociales y la dependencia al teléfono móvil son llamadas adicciones conductuales, donde existe un patrón de uso problemático y falta de control. Sin duda alguna, tanto internet como la telefonía móvil son actualmente pilares básicos en la revolución social que los jóvenes llevan a cabo con el uso de estas tecnologías, sin embargo, el problema radica cuando el uso excesivo, sin limites e incontrolado de estas tecnologías interfieren de manera negativa en la vida familiar y las actividades importantes como la escuela o la vida social de los adolescentes. No obstante, una vez que haya surgido el problema, es importante un diagnóstico precoz y un tratamiento ajustado a la realidad de cada individuo, en el que una intervención psicológica adquiere un papel importante para la modificación de la conducta para hacer posible la solución del problema.