El presente trabajo parte del concepto de hegemonía cultural y sus implicaciones educativas, pretendiendo ir más allá de la mera experiencia academicista donde se cumplen propósitos de programas escolares de una manera formal y acorde a los intereses del Estado mexicano. Por tanto, pretendemos hacer significativa la enseñanza de una filosofía intercultural donde los estudiantes y los docentes, además de emanciparse, encuentren el vínculo entre la escuela, su cultura y la vida cotidiana. Es decir, nuestra pretensión es lograr que el diálogo filosófico intercultural dé a los estudiantes elementos para formar una cultura general que permita entender y transformar su realidad; el proceso de enseñanza-aprendizaje siempre en función no sólo de los requerimientos escolares aislados, sino ésta como parte de una realidad específica que debe estar en contacto con la vida cotidiana de los estudiantes. Para lograr dicho plan debemos entender a la filosofía en términos interculturales, lo cual significa romper la formación alienada donde las personas y las culturas estamos impedidos a reflexionar sobre el papel real que desempeñamos en la sociedad y comenzar a romper los paradigmas hegemónicos.