Más recientemente –hace unos meses— la situación del Aquarius volvió a poner en primer plano la cuestión migratoria: el Gobierno italiano rechazó durante días interminables el desembarco en sus costas de un barco lleno de migrantes salvados en el Mediterráneo. Las circunstancias en que ocurrió este rechazo y sus justificaciones plantean interrogantes de fondo acerca de la justicia de las fronteras y de la responsabilidad ética de acoger e integrar a las personas migrantes. El punto de partida de este trabajo tiene dos términos clave: justicia y migraciones, buscando entre ellos la conexión. El autor no pretende ser pionero en tratar del tema, pero sí hacer una contribución significativa en el campo de la ética social cristiana, adoptando la clave de la justicia social para hacer sus aportes. La novedad que trata de conseguir el autor es, pues, hacer un abordaje desde la perspectiva de la teología moral social católica en diálogo con algunas contribuciones importantes de las ciencias sociales y la filosofía moral y política contemporánea