La realidad que le toca vivir al adolescente, está llena de peligros y de placeres de todo tipo que muchas veces no es capaz de postergar, porque la sociedad no enseña cauces para ello. Es necesario enseñar los límites de la libertad en compromiso con los valores democráticos, en armonía con su naturaleza. Esta investigación está dirigida al colectivo de profesionales que trabajan en instituciones sociales, sanitarias y centros educativos, y lo que pretende es: por un lado, mostrar la realidad del suicidio, desde los pensamientos más profundos del adolescente. Es decir, desvelar la pluralidad de los factores psicológicos, sociales, políticos y culturales, que además, integran la realidad que les toca vivir. Por otro, reivindicar para los jóvenes de hoy, el papel de lo colectivo, desde su expresión a través de las instituciones sociales y políticas, para que acudan como “asistente moral”, cuando los fundamentos vitales se pierdan, desde la intersección con otros poderes que buscan ocultar el verdadero rostro de cada ser.