La caricatura ya existía mucho antes que naciera el periódico e incluso el periodismo. A lo largo de este ensayo fue ensamblado un complejo pero entretenido constructo visual y ontológico desde donde es posible pasearse por todas las temáticas recíprocas entre la historia de la comunicación social, y la evolución del lenguaje y formatos de la caricatura: su pasado, eterno y siempre lejano e indescifrable en su intención comunicativa; su presente, suceso diario en la sección de opinión de los periódicos en línea y en la vitrina pública de las redes sociales; y su futuro, cumplido el tránsito al formato digital, estructurado por diferentes concentraciones de píxeles, según la pantalla que la albergue, por la pulsación de un clic, el "chiste gráfico" se ha transfigurado en “caricatura periodística animada”, o “broma editorial gráfica animada”.