La velocidad de los cambios en la cultura y la incidencia de las tecnologías digitales están construyendo una masa de individuos cuyo lema es estar conectados, empobreciendo fuertemente sus vínculos reales con amigos, pareja, compañeros, familias. Esto genera formas nuevas de subjetividad: personas existencialmente aisladas a la vez que masificadas a través de redes virtuales. El nuevo sujeto del consumo, ligado a esta población de "conectados", una verdadera "masa narcisista", esta dando lugar a nuevos padecimientos mentales. Nuestros consultorios y servicios de salud mental están recibiendo la demanda de personas con síntomas íntimamente vinculados con estos cambios culturales: soledad, desamparo, depresión, suicidios o intentos de suicidio, adicción a drogas, legales (psicofármacos) o ilegales. Este libro forma parte de los intentos de asumir nuevas estrategias de atención de esta población cuyo centro debe ser trabajar conjuntamente con las comunidades.