Este libro presenta las formas de construcción de Estado y la configuración de redes clientelistas, encontradas en el gobierno indígena del Resguardo de Cumbal-Nariño entre 2002 y 2007. Estos procesos surgen a partir de dos fenómenos que transformaron la relación de las comunidades indígenas y el Estado: primero, la Constitución política de 1991; y segundo, las políticas descentralizadoras a través de la inclusión de los cabildos en el sistema general de participaciones (SGP). La primera reconoció a los pueblos indígenas, sus tradiciones, sus costumbres y sus Entidades Territoriales Indígenas (ETIS). La segunda permitió la entrada de transferencias económicas del presupuesto nacional a los resguardos, obligando a las autoridades tradicionales indígenas a insertarse en un ordenamiento jurídico, normativo y administrativo establecido desde el Estado. Esta descentralización fiscal modificó la dinámica interna en dos direcciones: por un lado, hacia la institucionalización de prácticas de Estado (Censo, formatos, informes, convenios), y por otro hacia la desinstitucionalización a través de la conformación de empresas clientelistas.