El proceso de enseñanza y aprendizaje de la física en particular y de las ciencias en general, ha estado marcado por el racionalismo del método científico, dejándose de lado la subjetividad del ser, el cual interviene en dicho proceso, bien sea como orientador (profesor), que como educando (alumno). Por otro lado las nuevas teorías pedagógicas que han surgido y evolucionado en los últimos tiempos, ponen de manifiesto la complejidad de dicho proceso, donde están entrelazados los actores, las situaciones y el contexto. Eso debe abarcar todos los elementos involucrados, ya que su discriminación ha conducido en parte a una situación, en la cual ha prevalecido el desinterés y el poco estimulo por la elección de carreras de corte científico; así como también ha contribuido con la deserción que ocurre en la actualidad en el desarrollo de los diversos contenidos de las ciencias. Esta obra pone en relevancia la importancia de la dimensión afectiva en el contexto de la asimilación de saberes en este campo del conocimiento, agregando un elemento particularmente significativo a la famosa frase "pienso luego existo", la cual debería realmente decir "siento, luego pienso y por tanto existo"