Este ensayo se sitúa en la narrativa de la Perspectiva Crítica y del Pensamiento Complejo. Propone una metodología didáctica posestructuralista. Adhiere a los postulados doctrinales del Budismo, del Cristianismo, del Taoísmo, de Karl Marx, de Edgar Morin y de visiones pedagógicas y filosóficas libertarias, como la Paulo Freire, Jürgen Habermas, Baruch Spinoza, Ken Wilber, entre otros. Las Ciencias de la Complejidad permite construir una ciencia educativa creativa y crítica, plasmada en el currículo. El pensamiento multidisciplinar conecta conocimientos fragmentarios. Este modelo pedagógico, con su metodología, se inscribe en la línea filosófica de teorías sociocríticas y postsocio-estructuralistas. El currículo, el modelo y el método circular propuesto, se adaptan a esas posturas, las que desean superar las actuales estructuras positivistas monistas y rígidas, afectando las estructuras sociales, cognitivas, psicológicas, epistemológicas y espirituales.