La televisión como medio de comunicación social, familiar de mayor difusión que existe en la actualidad, se ha convertido en un de los pasatiempos preferidos y de mayor influencia en la vida de los niños y las niñas, siendo este un factor de gran incidencia en las actitudes y comportamientos de esta población, por el tipo de programas o contenidos televisivos que observan, y que llevan a la familia y en especial a los niños y las niñas a cambiar horarios de sueño por horarios de entretenimiento, viéndose afectado los procesos cognitivos como la percepción, la memoria y la atención que hacen parte importante en el proceso de aprendizaje y la adopción, imitación y utilización de términos lingüísticos, ademanes y gestos para referirse al otro.