Hace ya tiempo, en el año 2011 el periódico New York Times realizó una publicación hablando de una investigación alemana que demostró que los jugadores de ajedrez, a la hora de jugar una partida, ponen en funcionamiento ambos hemisferios del cerebro: utilizando el izquierdo para identificar las piezas y el derecho para reconocer patrones o jugadas. A pesar de que el ajedrez es uno de los juegos más antiguos del mundo. Durante cientos de años se le ha conocido como “el juego de reyes”. Sin embargo, como ya se ha hablado, jugar al ajedrez es una práctica que tiene numerosos beneficios. Por ejemplo, la Escuela de Medicina Albert Einstein de la Universidad Yeshiva realizó un estudio cuyos resultados arrojaban datos muy significativos respecto a la práctica habitual del ajedrez, en ellos se concluía que “al requerir una actividad de ejercicio mental, evita que el cerebro se deteriore”.