Culturalmente, el abuso de los ancianos en Etiopía no se percibe como un problema. Para aumentar la comprensión del problema, se realizó un estudio fenomenológico basado en las experiencias vividas por 15 ancianos etíopes. Los datos se analizaron mediante un análisis fenomenológico interpretativo. La pobreza extrema era evidente; algunos ancianos poseían sólo un equipo y compartían una choza invertida en insectos sin electricidad con varios miembros de la familia. Además de la pobreza, otros factores de riesgo de abuso eran los conflictos de intereses, las condiciones físicas y de salud, la dependencia mutua, los arreglos de vivienda, la impotencia y la embriaguez. Los ancianos experimentaron negligencia así como abuso psicológico, financiero y físico a manos de familiares, empleados y vecinos. Como dijo un anciano: "La vida no tiene sentido sin comida y sin un cuidador. Estoy listo para dar la bienvenida a la muerte". Los ancianos respondieron al abuso de diversas maneras, pero sus esfuerzos fueron a menudo infructuosos en el contexto de la pobreza y la disminución del respeto por los ancianos.